La historia tuvo el final de siempre, aunque esta vez el comienzo fue distinto. El Atleti se adelantó en el Bernabéu, pero le duró poco la alegría. Aguantó hasta que el físico, las tarjetas y los arreones del Madrid se lo permitieron.
En la previa del partido ya se había comentado, la superioridad con la que llegaba el Madrid al derbi podría restar presión al Atleti. Y no sabemos si fue por eso o por otro motivo, pero el Atleti se comió al Madrid en los primeros minutos. La novedad de Manzano fue la entrada de Salvio en el once inicial, quizás para intentar frenar las subidas de Marcelo y Cristiano. Al Madrid le era imposible elaborar y se ahogaba con la presión de los rojiblancos. En el minuto 15 Adrián materializó la superioridad que había mostrado su equipo y tras una gran combinación entre Diego y Silvio batió a Casillas.
Los cinco minutos que siguieron al gol fueron de crispación y nervios para el Madrid. Se veía por debajo en el marcador, algo que no esperaba. Pero logró hilar una jugada. Una jugada que cambiaría el partido. Cristiano, Özil y Benzema hicieron una triangulación en la frontal que dejó al francés delante de Courtois. El portero derribó a Benzema y el árbitro pitó penalti. Penalti y expulsión. Cristiano empató el partido.
La expulsión de Courtois mermó al Atleti. Sergio Asenjo entró por Diego y la posibilidad de crear jugadas sin el brasileño disminuyó. Tras el gol los dos equipos necesitaron necesitaron unos minutos para asimilar tanto cambio. El Madrid tuvo aquí sus minutos de imprecisión. El Atleti necesitaba reorganizarse. Los rojiblancos siguieron presionando, quizás con demasiada dureza. 6 jugadores vieron tarjeta, dos de ellos roja directa.
Xabi provocó la tan esperada amarilla para no quedarse sin el clásico. Él fue el único que puso un poco de orden en un Madrid que no conseguía imponer su juego del todo. El balón no se movía con la velocidad que sí se tenía en los partidos anteriores y el Madrid sufría para crear. Sólo cuando Xabi ponía un balón en largo de esos que le caracterizan el Madrid podía superar líneas de presión. Uno de esos pases llegó a Marcelo. El brasileño hizo una buena jugada que culminaría Benzema con un disparo que se marchó a córner. Aquí moría la primera parte.
Nada más comenzar la segunda parte el Madrid consiguió el segundo y mató las pocas esperanzas atléticas. Fue Di María. El incansable Di María. El hiperactivo Di María. Un jugador que tiene energía para todo. Para revolverse de mala manera cuando le hacen una falta. Para dar asistencias. Para perder un balón en la derecha y recuperarlo tras una carrera de 30 metros. Y también para marcar goles.Aprovechó un pase atrás de Cristiano Ronaldo para adelantar al Madrid.
Con el gol el Atleti desapareció. La presión ejercida por los de Manzano les pasó factura en el segundo tiempo. En el centro del campo se hizo un aguejo del que Xabi Alonso se hizo el dueño. Entre él y Özil recibiendo balones entre líneas consiguieron dominar hasta los minutos finales. El Atlético sólo tenía peligro en los balones en largo, donde Adrián echó más de una carrera a Pepe y Ramos. Pero claro, cuando estás solo ante el mundo, tienes todas las de perder.
Del tercero se encargó el pipa. Higuain es el jugador que no da una pelota por perdida, y su insistencia se vio premiada con la falta de entendimiento entre Godin y Asenjo. Aprovechó que ninguno de los dos se decidía a ir a por el balón y se lo quedó él para marcar el tercero. Más tarde Cristiano hizo el cuarto, otra vez de penalti. Godin no tuvo su día y además de regalar un gol, hizo el penalti del cuarto y resultó expulsado.
Nada cambia. El Madrid sigue líder y sigue ganando al Atlético, aunque esta vez tocó remontar.
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