domingo, 11 de diciembre de 2011

El Barcelona baila al Madrid

23 segundos dan para mucho. O por lo menos para que todo lo que se había hablado durante los días y horas previas al partido dejara de tener validez. Aunque quizás el planteamiento inicial de Mourinho ya dinamitó todas las expectativas que había sobre el encuentro. Quedó descartado el trivote. Coentrao, que no era candidato, jugó en la derecha. Lass fue la pareja de Xabi y Khedira vio la primera parte desde el banquillo. El Barcelona salió con el planteamiento de siempre, aunque con la novedad, o no tan novedad para algunos, de Alexis en lugar de Villa y Puyol y Piqué como pareja de centrales.

En la primera jugada del partido, Valdés hizo una mala entrega que Benzema aprovechó para hacer el gol más tempranero de la historia de los clásicos. A partir de ahí el Madrid fue inexistente, aunque por el minuto que era, podríamos decir que estuvo inexistente durante todo el partido. Con un centro del campo formado por Xabi y Lass, el Madrid no dio abasto para cubrir a los jugadores blaugranas, que el único obstáculo que tenían era el de esquivar a sus propios compañeros.

El Barcelona se hizo con el control de la bola, aunque sin crear ocasiones. Pero para eso está Messi, que es capaz de sacar algo de la nada. De un balón que parecía intrascendente en el centro del campo, el argentino sacó una jugada que culminó Alexis con un sensacional disparo cruzado. El chileno tampoco pasó desapercibido, fue guerrero y demostró que su fichaje y la suplencia de Villa estaban justificadas. Casillas desesperaba. No entendía cómo de un balón sin peligro el Barcelona podía empatar un partido que se había puesto de cara muy pronto. 

El Madrid no supo reaccionar. Y Mourinho tampoco. Con su planteamiento inicial hipotecó un partido que el Madrid no optó a ganar en nigún momento. Apenas se salvan dos o tres de la quema. Quizás Di María, por su entrega. Puede que Lass, porque fue de los pocos que corrió durante el partido. Y también Benzema. Presionó y supo jugar los pocos balones que le llegaron. Pero ni Coentrao funcionó en la derecha, ni Xabi organizó, ni en ataque el Madrid consiguió aprovechar las ocasiones que la defensa culé y Víctor Valdés regalaron a los blancos.

Los jugadores blaugranas no quisieron apretar el acelerador en la segunda parte. Parecían conformarse con el 1-3. La entrada de Kaka dio algo más de llegada al Madrid, pero esa noche no todas las ocasiones eran gol. El Madrid se vino arriba en los minutos finales y el Barcelona esperaba sorprender a la contra a un equipo que estaba partido en dos.

Y para terminar está Iniesta. Un jugador sobresaliente pero que alcanza la matrícula de honor cuando juega contra el Madrid. Dio un recital de recortes y pases. Un director de orquesta que organizó la sinfonía con la que Alexis, Xavi y Cesc hicieron que el Barcelona bailara sobre el Madrid.

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